Criar con amor y límites: el equilibrio perfecto para un desarrollo saludable
Los estilos de crianza son los patrones de comportamiento y estrategias que emplean los padres para educar, guiar y disciplinar a sus hijos. Estos enfoques tienen un impacto directo en el desarrollo emocional, social y psicológico de los niños. La psicóloga Diana Baumrind (1966) clasificó originalmente tres estilos de crianza, basándose en observaciones de la conducta infantil en 1967, donde distinguió tres tipos de estructura personal en los niños:
- Estructura 1: Niños competentes, seguros, independientes y con conductas exploratorias
- Estructura 2: Niños con autoconfianza moderada, cierto autocontrol, pero también inseguridades y temores.
- Estructura 3: Niños inmaduros, dependientes y con baja capacidad de autorregulación.
Posteriormente, Baumrind amplió su teoría para incluir cuatro estilos principales de crianza, cada uno con distintos niveles de exigencia y afecto:
1. Estilo Autoritario: los padres priorizan la obediencia, imponen reglas estrictas sin explicación y usan castigos o coerción.
Consecuencias: baja autonomía, inseguridad, dificultades sociales y poca internalización de valores.
2. Estilo Permisivo: los padres son afectuosos pero evitan establecer límites, exigen poco y permiten gran libertad.
Consecuencias: falta de disciplina, conductas impulsivas, dependencia emocional y bajo rendimiento en metas a largo plazo.
3. Estilo Autoritativo o Democrático: combina calidez emocional con normas claras. Los padres fomentan el diálogo, la autonomía y la responsabilidad.
Consecuencias: alta autoestima, habilidades sociales desarrolladas, independencia y bienestar psicológico.
4. Estilo Negligente: los padres muestran poco interés, afecto o supervisión, descuidando las necesidades físicas y emocionales del niño.
Consecuencias: graves problemas de autoestima, dificultades en el autocontrol, bajo rendimiento académico y social. Este es el estilo más dañino.
Los estilos de crianza moldean la personalidad, las relaciones interpersonales y la adaptación al entorno. Un enfoque equilibrado, como el autoritativo, que combine apoyo emocional con estructura, favorece un desarrollo integral. Adaptar la crianza a las necesidades individuales del niño fortalece los vínculos familiares y promueve un crecimiento sano.
BIBLIOGRAFIA:
Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia. (s.f.). Estilos de crianza. https://sitios1.dif.gob.mx/Rehabilitacion/docs/telerehabilitacion/Tipos_de_crianza.pdf
American Psychological Association. (s.f.). Estilos de crianza. https://www.apa.org/act/resources/espanol/crianza
Higareda Sánchez, J. J., Del Castillo Arreola, A., & Romero Palencia, A. (s.f.). Estilos parentales de crianza: una revisión teórica. https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/icsa/n6/e3.html
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